Centenario de la escuela Leona Vicario

Por Yolanda Sánchez Ogás

La escuela elemental Leona Vicario fue la tercera construida en Mexicali. Lleva ese nombre en honor de la heroína de la Independencia Leona Vicario. Se terminó de construir en 1924 y fue inaugurada el 8 de abril de ese año. Su primera directora fue la profesora Concepción Núñez.

En sus inicios la Leona fue exclusivamente para niñas. La primera generación fue de 12 alumnas y seis años después egresó la primera generación completa integrada por 22 niñas: Carmen Agúndez, Inés Barrón, Esther Brizuela, Guadalupe Brizuela, Minerva Bórquez, Guadalupe Cuen, Lidia Delgado, Amelia Duarte, Juana Flores, Angela Grosso, Esperanza Torres, Consuelo Guerrero, Dora Grijalva, Graciela Limón, Guillermina Nava, María Orduño, Balvanera Oduno, Flora Real, Emma Rodríguez, Emérita Rodríguez, Rosario Soto e Ignacia Torres.

Debido al crecimiento de la ciudad y la necesidad de espacios educativos, abrió sus puertas a los varones en 1936. La Leona Vicario, es una de las primeras escuelas de Mexicali y la más antigua que aún está en funciones. Por su antigüedad y la importancia que tiene para los mexicalenses, la Leona Vicario fue declarada patrimonio cultural de la ciudad. 

Miles de mexicalenses han acudido a la Leona Vicario “en busca de nuevas fuentes de saber”, como dice su himno. Los profesores de esa escuela siempre han trabajado con ahínco para mantener el prestigio, que desde sus orígenes supo ganarse esta institución.

En mayo y junio de 1927, la escuela fue elegida para realizar en sus aulas la Primera Exposición Escolar del valle de Mexicali. Trabajos manuales realizados por alumnos de las 25 escuelas del municipio; se exhibieron 1988 piezas de cartón, modelado, plastilina, cestería de mimbre, juguetería de madera, de tela, de pluma, muebles rústicos, zapatería, talabartería, bordados y tejidos. Más de 2000 personas asistieron a la exposición.

Otro aspecto en el que destacó la Leona fue en deportes. Esta escuela fue la primera que contó con una cancha de cemento y allí se realizaban los torneos de basquetbol donde participaban las escuela Cuauhtémoc, Netzahualcóyotl, Benito Juárez y equipos de Caléxico. También tenía un equipo femenil. Donde más destacó la Leona Vicario fue en los desfiles, por muchos años, el profesor Vicente Gastélum formó escoltas, contingentes y la banda de guerra que destacaba cuando las primarias participaban en los desfiles.

En esta escuela se formaron las primeras generaciones de mujeres y hombres que impulsaron el desarrollo de Mexicali. En 1958 se abrió el turno vespertino, creándose la escuela Andrés Quintana Roo. Otra escuela primaria que funcionó allí, en el turno vespertino fue la Ignacio Allende.

Además de Concepción Núñez, otras reconocidas profesoras fueron directoras de la Leona Vicario durante casi todo el siglo XX; Eva Barajas (1924-31), María del Pilar Dávalos (1931-38 y 1961-80), María Vázquez (1934-35) Gabriela Delgado de Talamantes (1938-40) Elsa Landeros Matrecito (1980-)

Durante el temblor de 4 de abril de 2010, a escuela sufrió graves daños y se pensó en derruirla, pero un grupo de exalumnos se interesó, aportó recursos y la reconstruyeron, conservando el edificio original.

Himno a la Escuela Leona Vicario

Escuela querida, mi Leona Vicario,

faro que iluminas mi débil razón,

tu nombre bendito es un relicario

que guardo en el fondo de mi corazón.

Pasarán las horas, pasarán los días,

pero tu recuerdo nunca pasará.

en mis hondas penas, en mis alegrías,

tu nombre bendito siempre vivirá.

Vivirá tu nombre siempre en mi memoria

envuelto en tu mismo y claro fulgor.

vivirá el maestro de modesta historia

a quien le debemos gratitud y amor.

Para los que vamos, escuela querida,

en busca de nuevas fuentes del saber,

tu sabia enseñanza será en nuestra vida

el germen fecundo de otro nuevo ser.

Leyenda de la Leona Vicario

Se dice que en la primaria “Leona Vicario” se escucha el sonido de un piano en el sótano. Cuentan que quien lo toca, es la maestra de música que murió hace muchos años en ese lugar.

No se sabe exactamente como pasó, pero generaciones tras generaciones, han contado que el último día de clases, antes de salir de vacaciones de junio, la maestra se encontraba tocando el piano en ese lugar.

Cuando los conserjes fueron y tocaron la puerta, la maestra no escuchó nada, ya que estaba tocando el piano, entonces ellos cerraron la puerta, apagaron la luz y se retiraron, pensando que ahí no había nadie.

La profesora se dio cuenta que estaba encerrada tres horas después, pero para entonces ya no había nadie en la escuela. Pasaron las horas, los días y la maestra estaba sin comida, ni agua y cada vez se iba sintiendo peor, hasta que un día falleció.

Fue hasta que regresaron de vacaciones, en agosto, cuando se dieron cuenta de que la maestra se había quedado encerrada durante 2 meses. Hasta hoy, dicen, se sigue escuchando claramente ese piano.

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