Circo y Atracciones Zamarripa

 A mi esposa Alma Francisca Zamarripa Salas

Mexicali es la capital de Baja California. Localizada en el extremo Noroeste del Valle de Mexicali en frontera con Calexico, población de Estados Unidos y es la tercera garita más transitada del mundo. Sus coordenadas: 32 grados 39 minutos 48 segundos de latitud norte la coloca como la ciudad más septentrional de México y América Latina.

         En mi infancia, había pocos lugares de diversión familiar y los existentes los disfrutamos en familia: salir muy temprano de casa los domingos para la misa de medio día en la la catedral de Guadalupe, en el mero centro de la ciudad.

Al termino en el famoso Café Azteca. El mesero Chuan Hoo, nos pasaba a un privado a  mis padres y hermanos. En años sesentas se empezó a servir la comida corrida: “la 1 para cinco con sopa del día, chop suey , carnitas coloradas, pollo con piña , arroz frito y arroz blanco”. Ahora sí… a comer .

         Terminando de comer nos íbamos al centro de la ciudad. En la calle madero acudíamos al puesto de revistas, frente al parque Niños Héroes de Chapultepec, a mi papá le gustaban los deportes, a mi, los fanies  de Memin  Pinguin y la familia Burrón. Las aguas frescas, cocadas, tamarindos corrían por nuestras manos. A mi madre su pico de gallo. Era la diversión.

Como olvidar que también existían cines donde pasaban películas mexicanas y estrenos americanos , se presentaban artistas y matinés de caricaturas. Como el Lux, Iris, Tepeyac; el Mexicali, en el mero pueblo Nuevo la calle Michoacán entre calle Quinta y Sexta.

Creció Mexicali y más cines llegaron: El Cali en avenida Morelos, el Reforma sobre la Obregón, el Variedades por la Madero, el Bujazán en la continuación de la Reforma. Y en los años setentas la modernidad: el Cinema California 70, también e la calle. Obregón.

Hoy todo esto ha sido deslazado por la llegada de nuevas tecnologías y el arribo de centros comerciales con amplios estacionamientos que la gente fue prefiriendo; se alejaron del Centro Histórico de Mexicali, hoy pido a las familias que regresen y recorran esas viejas calles de “el pueblo”.

Otra de las diversiones era la llegada de circos y ferias que recorrían pueblos. Había temporadas en que espectáculos del interior de la República arribaban a Mexicali. El arribo de estas caravanas itinerantes eran todo un acontecimiento.

         Uno de esos circos era el que proveniente de la ciudad de San Luis Potosí: el Circo y Atracciones Zamarripa, sus dueños eran Juan Zamarripa (Papalindo) y su esposa Francisca Proa, los acompañaban sus  hijos Raúl, Jorge, Elvia, Juan , Oscar y Gustavo. (abuelos, tíos y papá de mis esposa Francisca Alma Zamarripa Salas). Todos acompañaban a Don Juan a las colonias de Mexicali y salían a otras ciudades del Noroeste de México, como San Luis Río Colorado, Santa Ana, Sonoyta, Magdalena de Kino y Ciudad Obregón, en Sonora.

         Los dueños vivían en la colonia Libertad por la Av. Curtidores 1577 entre calle H y G . El señor Gustavo Zamarripa Proa se casó con Minerva Salas Ovando, (Mis Suegros), ahí nacieron Olga, Eleazar, Gustavo, Raymundo, María Guadalupe y  Francisca Alma. Todos asistían al circo donde la atracción principal la realizaba Gustavo con el personaje de el payaso Frijolito. Participaba el trapecista Mario Olvera , al famoso malabarista traído desde Francia y el gran Maní Mois; además traían caballos, camellos y animales de rancho.

         Y que decir del circo Ataide con sus animales salvajes, leones, tigres de bengala, elefantes, chimpancés, cebras, camellos. Sus malabaristas y trapecistas; o el de Los hermanos Belmont o Los hermanos fuentes Gasca, los cuales se instalaban en lotes baldíos frente al Teatro del Estado, o en el boulevard Lázaro Cárdenas a la altura del fraccionamiento Villa Fontana.

         De la mano del circo llegaban juegos con su radicional rueda de la fortuna, sillas voladoras, carrusel, carritos chocones, el martillo. Pero también a manera de feria pueblerina y para deleite de los parroquianos, las atracciones se complementaban con otros juegos que ofertaban premios.

         Ferias como estas llegaban cerca de mi casa en la que hoy es la Unidad Deportiva Nacozari; mis hermanos y yo íbamos, comprábamos algodón de dulce, churris con azúcar , pelotas para jugar futbol , aguas frescas y nos subíamos a los juegos.

         En los que daban premios nadie ganaba. el tiro al blanco con rifle y municiones o postas, en el tiro de dardos contra globos parecía que se escabullían al tratar de reventarlos, si por casualidad atinabas a uno o dos, el reto era el tercero con que ya ganabas. Lograrlo era toda una hazaña. También estaba el juego de la pesca con una caña, el juego del marro o el de los hoyitos numerados que jugabas con canicas.

         Atracciones más sofisticadas como la casa de los fantasmas, la casa de los espejos o la casa de las maldiciones, acompañaban a las ferias. Ahí, el fraude era evidente: se exhibía a una muchacha que se había convertido en araña o alacrán por haber desobedecido a su mamá.

La feria más grande y por lo mismo más importante que llegó a Mexicali, fue atracciones Morales. Todos se instalaban en los amplios terrenos del río nuevo, en la parte oeste del puente colorado. Otras atracciones eran respaldada promovidas por norteamericanos, con aparatos más modernos para la época, con operadores extranjeros que manipulaban los juegos de gran calidad y colorido. Ellos se ubicaban entre los puentes Alemán y Colorado.

También llegaron a venir juegos de la ciudad vecina, como Atracciones Tijuana, con su rueda de la fortuna , carruseles para los niños y juegos más atrevidos  y peligrosos los cuales tenían mayor demanda entre los jóvenes. Ahí estaba el rocambola, el  martillo, el tornado, sillas voladoras, juegos de destreza. O cómo olvidar la mesa con hoyos donde se aventaban canicas que debían caer en los orificios para llevarse un premio.

Y finamente los antojitos mexicanos, los esquites con miel, picos de pájaro, papitas en vaso, elotes y coctel de elote, que no podían faltar.

Una algarabía cuando llegaban los juegos mecánicos, sin duda. La diversión a la que nos llevaron nuestros padres y que repetí con mis hijos y nietos pero ya con las Fiestas del sol de octubre y donde Atracciones Tijuana sigue haciendo presencia.

morenorodriguezcarlos899@gmail.com.