En 1904, por primera vez entraba el ferrocarril a Mexicali. Era el Inter California que llegaba de Caléxico. La compañía del ferrocarril era estadunidense y su proyecto original era trazar la vía por Estados Unidos, pero se construyó por territorio mexicano para evitar las grandes dunas que había al norte de la frontera. La vía cruzaba de Caléxico a Mexicali.
A principios de 1905, cuando apenas se habían construido unos kilómetros de vía, los trabajos se interrumpieron por la inundación que arrasó con casi todo lo construido en Mexicali y el valle, incluida la vía y la estación del ferrocarril. Dos años después, al controlarse la inundación, se reanudaron los trabajos de la vía y en 1909 fue concluida. El ferrocarril venía de Caléxico, entraba a Mexicali, recorría casi todo el valle y en Los Algodones cruzaba a Yuma.
En esos años, en el valle había varios ríos, Álamos, Abejas, Paredones, Hardy, Río Nuevo, algunos ahora ya secos. Muy importante era el río Álamo, en su cauce se habían realizado las obras de irrigación que hicieron posible conducir el agua del Río Colorado a la compuerta Sharp. Y de allí llevarla al norte de la frontera, para desarrollar el proyecto agrícola del Valle Imperial.
El río Álamo tenía un gran caudal y unos cinco kilómetros antes del poblado Los Algodones, en la compuerta Hanlon, el ferrocarril Inter California lo cruzaba por un puente. Este tren, que todos los días hacía su recorrido de Mexicali a Yuma, primero fue conocido como el Chinero, por que quienes vivían y trabajaban en el campo y lo utilizaban para trasladarse del valle a la ciudad y viceversa eran en su mayoría personas de origen chino.
Después ese ferrocarril fue conocido como El Pachuco, porque el boletero pasaba gritando, ¡un pachuco!, ¡un pachuco!, como se les llamaba a los antiguos billetes de un peso. En esa época, un peso era el costo del pasaje. Este ferrocarril cubrió la importante necesidad del transporte en el valle, cuando no había carreteras ni otros medios de traslado.
Muchos jóvenes del valle lograron trasladarse y estudiar en el internado del Instituto Técnico Industrial de Agua Caliente, en Tijuana gracias a ese ferrocarril. En estaciones cercanas a sus ejidos o colonias agrícolas lo tomaban, llegaban a Mexicali y cruzaban al punto donde podían tomar el San Diego-Arizona, que pasaba por Tijuana.
El uso del ferrocarril Inter California fue disminuyendo. Un factor fue que a cada ejido se le dotó de un camión en el que los campesinos se trasladaban a la ciudad. También, en 1948 empezó a funcionar el ferrocarril Sonora-Baja California, con estaciones situadas en otras poblaciones del valle.
El 16 de enero de 1952, se publicó en el Diario Oficial de la Nación, la creación del Estado de Baja California. Desde entonces hubo más atención al campo y el gobierno, con el apoyo de los agricultores construyeron muchos caminos vecinales en el valle y se establecieron diversos medios de transporte. El Inter California perdió importancia, funcionaba sólo una vez a la semana, hasta que en 1959 dejó de funcionar definitivamente.
El patrimonio que este ferrocarril nos dejó está formado en primer lugar por importantes poblados que nacieron como estaciones: Pascualitos, Batáquez, Tecolotes, Paredones, Cuervos (Cd. Morelos) Dieguinos. Dentro de estos poblados existen todavía algunas estaciones, ahora ocupadas como casas particulares, tanques y otras instalaciones. Algunas vandalizadas, como es el caso del poblado Paredones
Muy importante es el puente de fierro sobre el tramo del río Álamo que aún se conserva. Este puente, que fue paso del ferrocarril, a más de cien años de su construcción, todavía se encuentra en muy buenas condiciones de conservación y se ha acondicionado como puente peatonal.
El puente era dragado con frecuencia para mantenerlo limpio y que no se azolvara. En una foto de 1908, se pueden observar las torres que permitían al mecanismo elevar el puente para dejar pasar la draga que periódicamente limpiaba el canal Álamo. Uno de estos barcos draga actualmente se encuentra en el poblado Carejey, convertido en casa-habitación. Ahora, el puente está protegido por un barandal y se utiliza como paso peatonal por quienes viven en esa zona de ladrilleras.
El poco conocimiento que sobre el patrimonio histórico tiene la población expone este tipo de construcciones al vandalismo. Cuatro placas con fechas y diversas leyendas colocadas en el puente, hace varios años fueron robadas y vendidas como fierro viejo. El delegado municipal de Los Algodones fue informado y las rescató. El 13 de noviembre de 2004 se volvieron a colocar a un costado del puente.
En Mexicali, ciudad del siglo XX, no tenemos edificios históricos por ley. Estos son los construidos de 1521 hasta 1899. El INAH, en un registro que hizo en la década de los años ochenta, determinó que son monumentos con valor histórico los construidos hasta la cuarta década del siglo XX.
Es importante rescatar los inmuebles que fueron construidos en el siglo XX y que aún se conservan. En Mexicali ningún edificio alcanza la categoría de monumentos históricos por ley, pero algunos son significativos para los mexicalenses. Sin embargo, eso ha justificado la nula intervención oficial para preservar ese patrimonio, construidos en las primeras décadas del siglo XX y han sido prácticamente condenados al abandono por las instituciones.
En el caso del puente sobre el río Álamo, no es suficiente reinstalar las placas, es necesario colocar, como se lo hemos dicho a autoridades del Instituto de Cultura en diversas ocasiones, un pequeño monumento informativo para que la gente conozca su origen e importancia.
También se encuentra en la entrada de la colonia Ladrillera un tanque rescatado hace pocos años y allí si hay información. Consideramos que en esa carretera tan transitada debe colocarse un señalamiento, para que los viajeros se detengan a conocer esos elementos del patrimonio y a través de él, parte de la historia del valle de Mexicali.