Del apego al repudio por el fiscal

Ricardo Iván Carpio Sánchez era el funcionario consentido. La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda siempre lo tenía cerca durante las conferencias mañanera.

         Era tal la confianza y cercanía entre ambos que cada vez que su agenda se los permitía, se reunían en petit comité en el fraccionamiento San Pedro 2 de la ciudad de Mexicali. El discreto anfitrión y empresario dueño de la vivienda departía con ellos. Y aunque a unos cuantos pasos se ubica la casa de Ulises Méndez Manuell-Gómez éste no se aparecía.

         Discreto, el dos veces director de la policía municipal de Mexicali en gobiernos del PAN y secretario de seguridad pública del último gobierno de Acción Nacional en Sonora, Ulises Méndez solo se deja ver cuando la gobernadora lo requiere como su asesor en seguridad. Es más, ni oficina tiene en el gobierno del estado.

Ávila Olmedo es una mujer emocional, y así como un día le surgió el apego por Iván Carpio al grado de ordenar la modificación de la Constitución para que pudiera acceder a la Fiscalía General del Estado, repentinamente éste cambió. Y el jueves pasado le pidió su renuncia.

Aunque igual que el resto de los bajacalifornianos, a Iván Carpio lo sorprendido la renuncia, pero lo tomó con calma; llamó al área de comunicación social, solicitó un boletín de prensa, le hizo un par de cambios y en cinco minutos su dimisión ya circulaba por todos los what’s ups de los reporteros. El Congreso sesionó en fast track para aceptar la salida y esta semana se espera que llegue la terna de parte de la gobernadora.

La lista la encabeza su amiga y ex directora de la policía municipal de Mexicali cuando Marina del Pilar fue presidenta local, la actual comisionada del Sistema Penitenciario, María Elena Andrade Ramírez y a quien en mayo pasado se le murieron entre 13 y 15 personas privadas de la libertad por sobredosis de fentanilo, en diversas cárceles, una droga que nadie sabe cómo ingresó.

El segundo nombre es justo el de Ulises Méndez, quien fuera director de la policía local de 2007 al 2010 y del 2016 al 2019, cuando Rodolfo Valdez Gutiérrez y Gustavo Sánchez, fueron presidentes municipales panistas respectivamente. El tercero es Daniel de la Rosa Anaya, ex encargado de la seguridad pública en el estado durante los gobiernos de los blanquiazules, Guadalupe Osuna Millán y Francisco Vega de Lamadrid.

A su paso por esta dependencia, surgieron señalamientos de desapariciones forzada por parte de sus policías.

Alejarnos de la zona

         En enero de 2022, cuando Iván Carpio asumió la Fiscalía General del Estado, ya contaba con trabajo en la dependencia; su cargo anterior fue justo el de Fiscal Antisecuestros.

         Con su arribo enfrentó los dos primeros temas con impacto mediático y exigencia de resultados: los asesinatos de las periodistas Margarito Martínez Esquivel el 17 de enero y Lourdes Maldonado López el 23 mismo mes, y aunque la fiscalía dio relativamente rápido con los autores materiales, el fiscal dejó a deber el móvil y autor intelectual del segundo caso. De Margarito, a la semana y a sabía quiénes habían perpetrado la ejecución y solo faltaba atraparlos.

         A los seis meses le estalló el primer escándalo, que consideran análisis de la política bajacaliforniana, sería lo que motivó su remoción y el desamor de la gobernadora: la detención de quien fuera auxiliar del Jefe de Gabinete de la Fiscalía General del Estado, Octavio Andrée Espino Torres.

         El 14 de junio, el ministerial intentó pasar por la garita de Tijuana a San Isidro, Estados Unidos, 45 paquetes 30 contenían 30 kilos de metanfetamina.  De inmediato el área de comunicación social emitió un comunicado y aseguró que “un exempleado” y “exagente del ministerio público”.

Precisó que: “Octavio “N”, era personal actuante de esta Fiscalía y estaba adscrito a la Fiscalía Especializada en Adolescentes, área en la que desempeñaba sus funciones…Previo a que fuera dado de baja, por un número excesivo de faltas, Octavio “N” se encontraba realizando funciones administrativas dentro de la Fiscalía con relación a proyectos de su área de adscripción, además de apoyar como auxiliar al jefe de oficina del titular de la FGE en algunas tareas adicionales.”

Al año siguiente otro escándalo, en junio, se detuvo en San Diego a la agente del Ministerio Público bajo el cargo de “conspiración” al ser cómplice en la introducción de cocaína.  Al momento de su detención formaba parte del equipo de la Fiscalía Regional de Tijuana. En ambos casos se allanaron a la modalidad de testigos protegidos.

         A pesar de la gravedad de las detenciones, el Iván Carpio se mantenía incólume, pero ante la opinión pública su imagen empezó a decaer y su trabajo cuestionado cuando le estalló la crisis de los desaparecidos.

         De 2022 a abril de 2023, desaparecieron 13 jóvenes en la zona de antros, en el área hoy conocida como el triángulo de las bermudas. A pesar de que la fiscalía de Iván Carpio no presentaba avances en las investigaciones, no fue sino hasta abril del año 2023 cuando le estalló el tema.

         El 8 de abril tres muchachos desaparecieron del bar Shot’s, contiguo al Bar Copeo donde el dueño es socio de la gobernadora y su esposo, el ex panista Carlos Torres, en otro giro comercial, los familiares empezaron a manifestarse a las afueras de dichos centros.

         Pero no fue hasta que la fiscalía realizó un cateo en un momento inapropiado y a pesar de tener conocimiento de que habría manifestaciones,

Así, coincidió el cateo del bar Shot’s, las cuarterías que están detrás de este y el Copeo, y la furia, dolor y malestar de los familiares de los tres jóvenes desaparecidos el 8 de abril.

         El sábado 15, las víctimas sacaron a los comensales del Copeo, se enfrentaron a los policías y acompañaron a la fiscalía al cateo en las cuarterías. Se descubrió un arma de utilería, marihuana y altares pequeños a la santa muerte y el sagrado corazón de Jesús. Aunque chicas, las figuras tuvieron un gran impacto entre la población.

         Además, la rabia de los familiares, televisada y transmitida en decenas de páginas de internet, conmovió a la población. La batalla se convirtió en campal al siguiente día, cuando la manifestación pasó a segundo nivel y se incendió el Shot’s.

         Desde ese fin de semana, Iván Carpio no pudo recuperar su imagen pulcra, de hombre bien vestido, bien rasurado, pero que no se ensuciaba las manos en las búsquedas o indagatorias.

         A pesar de ofrecer que daría con los responsables, los días fueron pasando y de las desapariciones se llegó a otro nivel igual de doloroso para los familiares de las víctimas: el descubrimiento de un narco-cementerio en la colonia Miguel Alemán, ubicada en la zona desértica ubicada en el Valle de Mexicali, contiguo al municipio de San Luis Río Colorado, Sonora.

         Donde, a pesar de haber descubierto 17 cuerpos, la fiscalía pretende alejar de la zona a los colectivos, consideró Gonzalo Moreno, padre de Kevin, un joven desaparecido en la zona de antros en el año 2022.

Carpio, aparece y desaparece

         “Acabamos de tomar algunas decisiones en el gabinete de seguridad y también a eso voy (a Baja California…un mes estoy allá”, dijo el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia mañanera del julio.

         Al día siguiente, la gobernadora Ávila Olmeda desapareció del estado, se refugió en una gira por Washington y New York, mientras en Mexicali, un pie, una mano, un torso y algunas otras partes de cuerpos humanos surgían de entre la suave tierra, tipo limo y la mirada atónita de miembros de colectivos.

         La insensibilidad de la gobernadora ante lo que ya era un crisis de desaparecidos, pareció trasladarse al fiscal, quien solo después de los primeros 4 cuerpos encontrados dio la cara. Después, se esfumó.

         Ante el descubrimiento de las cuatro osamentas, Carpio se enredo en sus propias teorías, de las cuales ninguna concordaba con el tipo de delincuencia organizada que domina la zona del narco-cementerio, con el tipo de organización criminal que operaba en la zona de antros de donde desaparecieron los jóvenes, y menos aún con lo que los colectivos sabían, aún antes de que el hoy ex fiscal asumiera el cargo.

         Primero dijo que el hallazgo se dio por la inteligencia e investigación en torno a los jóvenes desaparecidos, cuando como ya se dijo, ni la zona de los antros ni el área del cementerio coincidía con los grupos criminales.

         Luego, sostuvo que una agrupación de “los coyotes”, de la que nadie había oído hablar, fue la que participó en la desaparición de los muchachos y que participaba en una zona donde todos los pobladores, colectivos y policía, saben que opera el grupo criminal contrario.

         También, intentó abrogarse el descubrimiento, cuando habían sido los colectivos y la policía municipal de Mexicali, quienes durante meses de trabajo, habían localizado la zona como probable.

         Más tarde, cuando ya eran 15 cuerpos encontrados en tan solo ocho días, ordenó suspender la búsqueda, luego redujo el perímetro de tres 500 a 300 hectáreas, más tarde quiso encasillar a los colectivos en un polígono de 60 por 60 “sin explicar o fundamentar con un método científico”, recuerda miembros de colectivos de Madres Unidas y Fuertes.

         Luego catearon dos ranchos y dijeron que habían detectado cuatro cuerpos, pero evitaron el ingreso de los colectivos.

         “La insensibilidad de Carpio hacia los colectivos, el querer erigirse en quien  encontraría a los desaparecidos, en solucionar todo y su aparecer y desaparecer”, fueron aspectos que minaron su imagen ante los colectivos, señala una fuente del Poder Judicial que pide el anonimato.

         Otros ex funcionarios que conocen al ex fiscal de hace tiempo, aseguran que fue Estados Unidos quien pidió al presidente de México la salida de Carpio debido a la participación de ex agentes en temas de tráfico.

         Sin embargo, Infosavia habló con miembros del gabinete presidencial y aclararon que no intervino el Presidente López Obrador, también que aquella declaración del 20 de julio no tiene que ver con la renuncia del fiscal sino con la llegada de nuevos elementos de la Guardia Nacional y de los cuales 150 están en la zona limítrofe con Sonora, mientras otros 850 están en San Luis Río Colorado.

         También aceptaron que existe una revisión del actuar de los fiscales estatales del país, pero que Iván Carpio no formó parte de la lista a indagar. “(su salida) supongo que fue algo interno en el estado”, comentó un funcionario federal y quien forma parte del análisis del trabajo de los fiscales.

         Integrantes del gabinete estatal dan otra versión y la sostienen con argumentos: “ese fue un tema de la gobernadora. Ella tomó la decisión, tu sabes que ella actúa un poco con el corazón y eso sucedió. Ni Iván se lo esperaba, a todos nos tomó por sorpresa”.

         El punto central de la solicitud del cargo, asegura la fuente, es que Iván aparece y desaparece, lo puedes estar buscando por días y no contesta el teléfono, no sabes dónde esta y nadie te sabe decir…y de repente, aparece. Siempre responde “estaba en un operativo y no podía hablar”.

         “Entonces fueron muchas cosas que se le juntaron, la crisis de los desaparecidos, el querer solucionar todo, el adelantarse, el hacer malos operativos, sus desapariciones, y pues la gobernadora no aguantó más y le pidió su renuncia”.

         “La suma de varios desaciertos generó su salida, aunque muchos pensamos que saldría en abril nunca comprendimos porqué se le mantuvo, y hoy que no lo esperábamos, ocurrió”, comenta un integrante gubernamental.

         Quizá del afecto y la confianza de la gobernadora, esta simplemente pasó al desencanto por la falta de soluciones.

         En junio , Infosavia preguntó a la gobernadora si no consideraba que estaba ante una crisis de inseguridad, aseguró que no pero adelantó que vendrían cambios. Y así fue.