La historia de Caléxico en sus orígenes tuvo mucha similitud con la de Mexicali. Compartimos una historia geológica, un río, una frontera grupos nativos, clima y fallas geológicas. Ambas ciudades surgieron gracias a un proyecto de desarrollo agrícola del Valle Imperial. Caléxico y Mexicali nacieron a principios del siglo veinte.
Desde sus orígenes, en Caléxico, siempre hubo grupos interesados en crear una sociedad moral, de buenas costumbres, sin licores ni casinos. En todo Estados Unidos las mujeres que perseguían la temperanza, tenían un lema: “Los labios que toquen licor, no tocarán los nuestros”.
En 1906, en el valle ImperiaL se creó la WCTU (Unión Cristiana Femenina de Temperanza). Por otra parte, desde sus inicios, la ciudad contó con iglesias Católica, Congregacionista, Cristiana y Metodista, con gran influencia en la educación y en la sociedad.
En abril de 1908, Caléxico obtuvo su nombramiento como ciudad de sexta categoría y tuvo su primer cabildo, atendiendo las ideas moralistas de esos grupos, escribió su primera reglamentación:
“La Ordenanza Número Uno, aprobada por la junta de síndicos en la primera reunión después de la incorporación fue para prohibir la venta de licor en la ciudad y la segunda fue prohibir los juegos de azar”
Poco a poco, en todo Estados Unidos fueron acabando con diversiones a las que la sociedad estaba acostumbrada, hasta llegar, en 1919, a la expedición de la Ley Volsted o Ley Seca que prohibía totalmente la elaboración y uso de licores y juegos de azar.
Al mismo tiempo, en medio de una sociedad que buscaba hábitos sanos, sin vicios, después de terminar la Primera Guerra Mundial, en todo Estados Unidos surgió un movimiento tendiente a la expansión de la organización Ku Klux Klan. Su objetivo era afianzar la supremacía blanca y las buenas costumbres. Grover Ferrel residente de Caléxico, cuenta con el folleto de reglamento de esta organización.
Grace Dow Ferrell, hija de uno de los fundadores de Caléxico, fue maestra en el distrito escolar de Calexico durante muchos años. Su nieto Grover Ferrel escribió: “Mi abuela enseñaba en quinto grado en la Escuela Hoffman, de Caléxico. Se convirtió en directora, antes de ocupar el puesto de supervisora a nivel del condado. Se esperaba que las mujeres al casarse abandonaran la enseñanza, pero mi abuela se negó a dejar de trabajar.
“En 1932 mi abuela ocupó el cargo de Supervisora de Escuelas del Condado, que hoy es el puesto de superintendente. Era inaudito en ese tiempo, que una mujer obtuviera ese puesto de trabajo en el sistema educativo. Por este motivo, ella y su familia fueron acosados por el Calexico Klu Klux Klan local.
El salón de sesiones del klan estaba ubicado en la tercera calle, aproximadamente a una cuadra al oeste de la logia masónica. Miembros del Klan, una noche, ya tarde, llegaron hasta nuestra granja y les llamaron fuera de la casa y le advirtieron a mi abuelo que mantuviera a su esposa bajo control. Mi abuela no se dio por vencida y no renunció a su trabajo.
Años más tarde, cuando se estaba demoliendo la antigua logia masónica, los hermanos de la logia descubrieron que alguien había guardado algunos de los documentos antiguos del Klan en el techo. Había “hojas” y también una caja de folletos que había producido el Calexico Klan. La mayoría de estos documentos fueron destruidos, pero mi papá guardó uno e hizo una copia de ellos y yo a su vez le di una copia a Larry Osa para que mostrara en su clase de historia.
En el techo del antiguo edificio de la Logia Masónica, mi padre encontró una caja que contenía literatura del Ku Klux Klan, pero él aseguraba que este grupo nunca utilizó el edificio. Los hermanos de la Logia desconocían como llegaron allí esos documentos. El edificio del Klan había cerrado muchos años antes y alguien almacenó las cosas viejas en el edificio masónico.
Cuando mi padre era niño, una noche, miembros del Klan llegaron a nuestra casa. Mi padre siempre se interesó por los automóviles y sabía muy bien qué tipos de carros conducían varias personas en la ciudad. La noche en que el Klan vino a nuestra granja, papá era niño, salió, miró los autos y pudo identificar a quién pertenecían algunos de ellos.
Algunos de estas personas que llegaron eran conocidos hombres de negocios y mi familia los consideraba amigos antes de su visita. Por supuesto, usaban sus sábanas y capuchas para ocultar sus identidades, pero, alguien como mi padre, que se interesaba por los autos, pudo identificar a los dueños de ellos. Después de esto, la familia tuvo que volver a evaluar a quiénes eran verdaderos amigos de la familia. Sé los nombres de algunas de estas familias, pero papá me dijo que nunca revelara los nombres de estos hombres, porque no queríamos avergonzar a sus descendientes”.
Fragmento del reglamento del Ku klux klán en Caléxico
“Los integrantes del Ku Klux klan de Caléxico, a causa de la propaganda falsa y maliciosa que se ha hecho con el fin de desprestigiar a nuestra organización, tomamos este medio para dar a conocer al público la verdad sobre el Ku Klux Klan y las cosas que significa en esta comunidad.
Nuestra membresía está compuesta únicamente por ciudadanos americanos nativos, blancos, gentiles y protestantes. Nuestra membresía local consiste en un gran número de hombres locales del más alto nivel y posición en la comunidad, y de ningún otro. Somos una organización exclusiva en la medida en que admitimos solo a los que son blancos, gentiles, protestantes y nativos y no debemos lealtad de ningún tipo a ningún poder, secta o persona ajena a los Estados Unidos. Nuestra membresía se compone, por lo tanto, del mismo tipo y raza de hombres que fundaron las colonias americanas, que nos dieron la Constitución Americana y que nos legaron nuestra Civilización Americana…”
Fuente: libro “Historia de Caléxico, el origen”
Autora: Yolanda Sánchez Ogás.