Cenizas

Todos seremos polvo, piel volátil, greda, brisna que navegará por el viento. Después de la llama que hipnotiza, la ceniza son los restos de lo que fue un árbol, el testimonio de su fronda, la heredad de sus raíces. Las colillas que reposan solitarias en el abandono del fumante, cargan sus restos, su soplo de vida, partículas de saliva tejidas en el humo y el tabaco. El anafre es un metáfora de los resabios del hambre, un sarcófago de la lumbre, una guarda del carbón. Ardemos, arderemos tarde que temprano y no será el sol el responsable, ni el fuego, ni la llama eterna, será el tiempo, esa lumbre que nos transforma, nos vuelve inocua limadura de nuestro paso por la tierra. El alma, esa está en otra parte.