Por Malibé Rosas/Infosavia
2024 me tomó por sorpresa, es decir, ya estamos terminando enero y yo siento que acaba de arrancar el mes. Cada año la mayoría de las personas nos fijamos propósitos de año nuevo: desde tener una dieta más saludable, viajar, aprender cosas, leer más libros…
El 2023 más que un propósito, no tenía ganas de comprometerme a mediano o largo plazo con nada, eso incluía no estudiar ni tomar cursos, decidí que quería hacer una pausa porque desde que me acuerdo, no he dejado de estar estudiando algo casi siempre de manera formal. Aunque no perdí la oportunidad de entrar a un curso de tarot de tres meses que también era pretexto para reunirme de manera virtual con amigas de Ensenada y Huston. Paradójicamente el 2023 es uno de los años donde más compromiso asumí con mis vínculos afectivos y conmigo misma: a mediados de año llegaron un par de gatos a mi vida; me di el tiempo para acompañar a mis amigas; estoy muy tranquila conmigo misma e incluso inicié una relación de pareja.
Este año mi propósito general era mejorar mi vida laboral y profesional, ya que desde la pandemia de 2020 he sentido que he estado un poco estancada y que he ido muy lenta. Pero veo hacia atrás y me doy cuenta de las cosas que he hecho, lo que he aprendido y cómo he avanzado en la vida que quiero para mi y eso va más allá de lo meramente profesional y laboral.
En los primeros días del año, a propósito de charlas y lecturas, me replanteé mi propósito 2024 y la visión del mismo bajo estos ejes:
¿Qué considero éxito?
En las dinámicas de la vida que tenemos, o por lo menos gente muy cercana a mi, tenemos autoexigencias muy altas para ser las personas más exitosas. Es aquí donde entra nuestro concepto de éxito ¿qué consideramos exitoso?
Hace años escuché en una entrevista a la cantante Sheryl Crow que el mejor legado que podía dejar eran las relaciones que tenía con su gente querida. Antes no lo entendí y ahora me hace mucho sentido. Por ejemplo, el año pasado tuve la templanza, empatía y lucidez para acompañar a una amiga en un duelo y hace poco me agradeció ese acompañamiento. En ese momento me sentí la persona más exitosa del mundo. Asociamos tanto el éxito a los resultados económicos y materiales que se nos olvida lo importante que es construir y cultivar vínculos afectivos, que aunque suene acliché y sin demeritar los logros económicos, lasredes afectivas son de lo más valioso que tenemos los seres humanos.
La vida profesional vs. la vida personal.
Una querida maestra una vez me dijo: “yo no separo mi vida laboral de la personal, porque las dos son MI vida”. Como seres humanos tenemos esta obsesión por clasificar las cosas y separarlas como si una existiera de manera autónoma. La vida es una, tiene ciclos, tiene periodos, se aborda desde muchísimas aristas y puntos de vista, pero la vida es. Mis objetivos profesionales están atravesados por mi afectividad, por lo que me mueve, así como la visión de mi día a día está atravesada por intereses y pasiones que me motivan a generar proyectos.
Al tener más claros estos dos ejes, replanteé mi propósito del 2024: disminuir los miedos para desarrollarme más en el plano profesional, seguir cultivando los afectos, generar proyectos que me alegren el corazón y valorarlos desde todas las aristas posibles.
Seguir colaborando en InfoSavia es uno de estos proyectos.
Así que con casi un mes de atraso les deseo un exitoso y afectivo 2024.
