Por: Yolanda Sánchez Ogás
El primer plano de Mexicali, lo trazó el ingeniero estadunidense Charles Rockwood, por encargo de Antonio Heber, propietario de un predio de 187.36 hectáreas en el territorio mexicano que colindaba con Calexico. Antonio Heber era presidente de la Compañía para el Desarrollo de California y sabía que el ferrocarril pronto llegaría a Calexico y que las posibilidades de desarrollo de esa zona aumentarían.
Esas 187.36 hectáreas las compró Heber en 800 pesos y el predio fue dividido en lotes de quince metros de ancho por sesenta de fondo. Sólo en la primera venta, el 6 de diciembre de 1904 se vendieron 16 lotes, al precio de 45 pesos cada uno, lo cual dio una ganancia de 720 pesos a su propietario, casi lo que pagó por las 187.36 hectáreas, con la venta del uno por ciento del terreno.
La traza del primer plano abarcaba, de norte a sur, desde la línea divisoria hasta la calle Ocampo, en la actual bajada al mercado Braulio Maldonado, y de oeste a este, desde la calle del Río hasta la calle Francisco Javier Mina. Parte de la traza de este primer plano desapareció bajo las aguas con la inundación de 1905-1907.
El mapa trazado por Rockwood fue semejante al de las ciudades de Estados Unidos, incluso algunas calles de Mexicali, cuyos nombres cambiaron después de la Revolución por ser de funcionarios porfiristas, como la Luis E. Torres y Celso Vega coincidían con las calles Rockwood y Heber de Calexico. Después, cuando se trazó la calle Melgar, coincidió con la Heffernan.
En la mayoría de las ciudades mexicanas de acuerdo con el modelo colonial, los jardines se trazaban en medio de los edificios públicos como el palacio de gobierno, la iglesia y otros. En el primer mapa de Mexicali se dejó un espacio para jardín entre la línea divisoria y la calle Porfirio Díaz, ahora Cristóbal Colón.
Durante el gobierno de Esteban Cantú se aprovechó ese espacio para construir la escuela Cuauhtémoc y el parque Héroes de Chapultepec entre 1915 y 1916. Después se construyó la Escuela Industrial, donde actualmente está el edificio de Correos. El objetivo del parque era proporcionar un lugar de esparcimiento a las familias mexicalenses. Sombreado con muchos árboles y palmas datileras, durante muchos años fue un espacio familiar. Durante muchos años, la banda de música del profesor Irineo Rodríguez tocó dos veces por semana en el kiosco del parque.
En el parque Héroes de Chapultepec se realizaban los carnavales y allí iniciaban los desfiles cívicos. Podían verse cientos de participantes esperando el momento de iniciar la marcha. Al construirse el Centro Cívico cambió la ruta de los desfiles y su punto de partida.
Parque Constitución o Parque del Mariachi, foto tomada de las redes de Mexicali Forever
El otro parque, estaba en la manzana localizada entre las avenidas Zuazua y Miguel Hidalgo, a la orilla de la ciudad, colindando con la calle Francisco Javier Mina. En ese predio, poco después del reparto agrario que generó la formación de los ejidos, se construyó el Hospital Agrario.
La mitad oeste de la manzana se destinó a hospital y el resto, llena de árboles era de hecho un parque público. Muchos campesinos llegaban del valle y entraban por el camino que conducía a la Zuazua, en cuyos hoteles se hospedaban mientras realizaban trámites o compras. También quienes acudían al hospital hacían uso de las arboledas aledañas al mismo.
Fue hasta 1961 cuando ese predio se convirtió oficialmente en parque público con el nombre de Parque Constitución. Pero siguiendo esa absurda costumbre de que cada gobierno, en lugar de construir más espacios, se concreta a repintar, agregar cualquier cosa y obviamente cambiar de nombre para reinaugurar, al parque Constitución le cambiaron de nombre.
Esa zona ha tenido mucho que ver con músicos. En Zuazua 80 vivieron familias de renombrados músicos como Fidencio Mendoza, maestro de músicos del viejo Mexicali, padre de Chinto Mendoza. Allí vivió Don Rómulo Contreras, padre del reconocido músico Luis Contreras Navarro, con más de sesenta años de trayectoria musical en las mejores bandas y orquestas de Mexicali y el Distrito Federal.
En Zuazua y Lerdo se localizan las bandas de música. No fue extraño que los miembros de los mariachis se reunieran en el parque Constitución esperando ser contratados para tocar en diversos eventos. Eso fue suficiente para que, en 1983, el Parque Constitución perdiera su nombre y pasara a ser popularmente plaza Santa Cecilia o Plaza del Mariachi.
Poco ha importado para quienes quieren lucirse develando una placa, que con los cambios de nombre se pierda parte de la memoria histórica de nuestra ciudad. Lo correcto sería que los cambios que se hagan, sea para dignificar los espacios, respetando los nombres que ahora tienen. Solo así se preserva la memoria histórica.
Ambos parques están a la espera de mejores tiempos y condiciones. La Plaza del Mariachi está a la espera de su dignificación, se está manteniendo la limpieza, pero el quiosco está en pésimas condiciones. Y también es parte del centro histórico.