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El toloache, no solo para el amor; el melchech o biznaga, delicia cucapá y otras exquisiteces.

 

El toloache, no solo para el amor; el melchech o biznaga, delicia cucapá y otras exquisiteces.

 

Por Yolanda Sánchez Ogás*/Infosavia

 

La biznaga es para los actuales habitantes deMexicali, una simple planta cactácea, carnosa y de forma cilíndrica o redonda, con espinas gruesas y largas que crece en el desierto.

Vemos las biznagas quienes recorremos los cañones que dan a la laguna Salada, en la ladera este de la sierra de Juárez. Empiezan a verse por la carretera a San Felipe, unos 40 kilómetros al sur de Mexicali. Los habitantes de las ciudades las conocen como una carnosa pulpa, convertida en dulce.  

Biznaga

Los años que la región es especialmente benévola con las lluvias, que, mientras en la ciudad llevan a situaciones dramáticas por los lodazales y destrucción de calles; en el desierto es otra cosa. Laregión del delta y la costera del golfo de California,que incluye San Felipe hasta el sur del estado, cuando apenas empieza el mes de febrero muestran una primavera adelantada, llena de flores.

La árida sierra de Santa Isabel, en sus zonas cubiertas de palo fierro, torote y palo verde, muestran las verdes señales del renacer de su follaje.

Flores amarillas, blancas y moradas bordean la carretera desdibujando la aridez del terreno.Especial mención merecen las flores de cactáceas,con sus colores amarillo, rojo, rosa, blanco, lila, cuya belleza alcanza mayor realce, si vemos la humildad de la planta espinosa que las produce. La amarilla floración de cientos de palo verdes da al desierto una belleza inimaginable.   

Si para los habitantes de Mexicali, aquellos que gustamos pasear por el campo, la vegetación sólo es parte del paisaje y en el mejor de los casos, permite disfrutar de la belleza especial de la flora del desierto, para los indígenas cucapá del delta del Río Colorado tuvo y tiene otro significado.

Flor del Desierto

Los frutos de las plantas del desierto, que para la mayoría pasan desapercibidos, tuvieron gran importancia para la gente cucapá. Del desierto recolectaban alimentos como el tabaco coyote, el tomatito, lipú, yerba ploma o salvia, el fruto de la biznaga (melchech), péchitas del palo fierro y mezquite. El agave fue una de las principales fuentes de alimentos para todos los indígenas de Baja California

Como plantas medicinales, la sabiduría cucapá consignaba varios métodos curativos mediante la vegetación que el desierto les proporcionaba. Usaban la salvia o yerba ploma para la diabetes y la tos, palo fierro como té para quitar la calentura. Raíz de gobernadora como abortivo, yerba del pasmo para los golpes, canutillo para limpiar los riñones y el mal de orín, mezquite como purgante y para la fiebre, golondrina para curar infecciones, toloache para hemorroides, huatamote para lavar yevitar la caída del cabello.     

La señora Inocencia González Sáinz, indígena cucapá de El Mayor relataba:

Mi mamá molía las semillas del lipú para hacer café. Tostaba las semillas, las molía en elmetate y ya hacía café. Yo ya no usé el metate, pero allá en el Pozo Coyote, en la Salada, donde viví mucho tiempo, tengo unos metates.

También en el Cerro de los metates, que en indio se dice Wi Jmu, allí hay muchos metates muy hondos. Los hicieron en las piedras para moler péchitas de mezquite. Porque antes allí había mucha comida, ahora no hay nada, pero antes había como bosques de mezquites y sauces. Vivían muchos cucapá por aquí y por eso están esos metates; ahí molían las péchitas para hacer el pinole. También delante de El Mayor hay muchos metates, en el arroyo donde todavía crecen plantas que antes se comían, como el tomatito el lipú y el tabaco coyote que fumaban los indios” 

 

Biznagas

Entonces, no es extraño que estos días primaverales sean importantes para algunos cucapá. Allí, muy cerca de la comunidad El Mayor Indígena Cucapá, hacia el lado de la sierra Cucapá, el desierto floreceahora de manera extraordinaria.

En un recorrido a esa zona, encontramos un desierto en pleno reverdecer,  como en  muchos  años de visitar la comunidad no se había visto. El tabaco coyote, del que cada año se dan unas cuantas plantas, cuando llueve crece por montones, contrastando su color verde con los grises y cafés del desierto.

Carrizo en el Río Alamo

Gran parte del siglo XX, en los llanos costeros, donde llega agua salada crecía el trigo silvestre, los cucapá lo recolectaban y hacían harina. Hace unos años, unos científicos de Arizona hicieron un proyecto de producirlo porque era una fuente de nutrientes, pero no fructificó.

​El tabaco coyote es una especie de alucinógeno que en la antigüedad usaban los indígenas para aumentar sus energías durante los largos recorridos entre el río, el desierto y la sierra.

Cortaban las hojas y se molían, con ellas rellenaban un trozo de tronco delgado al que se sacaba la pulpa. Así el tabaco coyote estaba listo para fumarlo. 

Tabaco Coyote

A las últimas generaciones de cucapá ya no les tocó usarlo.

Lo que sigue teniendo gran importancia como alimento tradicional, algo más que comida, porque es parte de su cultura, es el corte y preparación del fruto de la biznaga (melchech). 

Al iniciar la primavera tenía lugar el corte del melchech, tiempo que debe respetarse para que el fruto sea comestible. Si se corta tarde, el fruto se amarga demasiado y no permite su ingesta.      

Juan García Aldama, el último cucapá de sangre pura, quien murió de más de cien años, en 1991, toda su vida recolectó melchech. Él atribuía su longevidad y buena salud a su alimentación basada en las antiguas tradiciones cucapá. 

Inocencia González Sáinz llamaba a esa zona donde crecen cientos de biznagas, “el lugar de Juan”, porque allí, Juan recolectaba ese alimento.

La preparación es sencilla. Lo cuecen y cambian de agua varias veces para eliminar el sabor amargo, se come con mantequilla o se guisa con cebolla y tomate. Tiene un sabor parecido a los espárragos.

Pero no son sólo algunos cucapá de El Mayor quienes conservan esa tradición, los cucapá de Poza de Arvizú, San Luis, Río Colorado, también vienen a este sitio a cortar el melchech. 

En un recorrido a principios de marzo encontramos muchas biznagas con una piedra encima o con una marca blanca. Señalaban las que estaban cercanas al punto de maduración adecuado para recolectarlas. 

Podemos ver a los cucapá semejante al resto de los mexicalenses, pero mientras ellos conserven sus tradiciones y su cultura, los indígenas cucapá seguirán existiendo como grupo culturalmentediferenciado, derecho que han defendido a lo largo de muchos años. 

Algunos alimentos, como el melchech, hacen esa diferencia.

*Cronista del Valle de Mexicali

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