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Cuando la calle Zuazua albergó al Hospital General Mexicali

 

Foto: Mexicali Forever, FB.

Por Yolanda Sánchez Ogaz*

La calle Zuazua, memorias del maestro Luis Contreras Navarro.

Cuando Antonio Heber supo que se iba a construir la vía del tren hasta Caléxico, con la intención de continuarla en el lado mexicano, compró 187.36 hectáreas al sur de la línea divisoria, colindando con Caléxico. Su intención era lotificar y para hacerlo ordenó elaborar un plano. En 1904 vendió los primeros 16 lotes, de 15 metros de frente por 60 de fondo, en 45 pesos cada uno, en lo que fue el primer cuadro de la ciudad. Las primeras casas de madera y negocios estuvieron por las avenidas Porfirio Díaz (Madero) y Ramón Corral (Reforma).

Allí establecieron sus casas las familias pioneras de Mexicali. Con el tiempo, llegaron otros pobladores y ya no pudieron establecerse en esa área, que terminaba en la calle Morelos. La ciudad se extendió hacia la calle Ensenada, después llamada Zuazua. La Zuazua terminaba al oeste, en la calle Altamirano y al este, en la Francisco Javier Mina.

La calle apenas tenía tres cuadras, pero se construyeron numerosas cuarterías. Mucha gente que llegó a Mexicali entre 1920 y 1940 buscó alojamiento en esa zona. Al final de la calle Altamirano estaba el puente Colorado, que conducía hacia Pueblo Nuevo y Loma Linda. Al oriente iniciaba la formación de los barrios de San Isidro y Pasadina. Mucha gente adquirió lotes en estos barrios y allí construyeron sus casas.

En la Zuazua, donde fue el parque Constitución, ahora plaza de El Mariachi, estuvo el Hospital General de Mexicali hasta que se cambió a su nuevo edificio en la colonia Nueva. En 1937, después de la aplicación de la reforma agraria en el valle de Mexicali, en una parte del antiguo hospital se creó el Hospital Agrarista y a un costado estaba la Casa del Agrarista.

Cuando el presidente Cárdenas ordenó que las familias de los agraristas fueran traídas a Mexicali desde sus lugares de origen allí llegaron cientos personas de diferentes partes del país. La señora Carmen Navarro Monteón nació en Ocotlán, Jalisco, llegó a Mexicali en julio de 1938, a los 14 años y radica en el barrio de San Isidro, ella recuerda:

“Queríamos conocer a una hermana que vivía en Caléxico y a un hermano que radicaba en El Centinela. Él nos mandó una carta para que viniéramos a Mexicali. Con esa carta nos pagaron pasaje, hotel y comida. Estuvimos cinco días en Guadalajara, mientras se juntaba toda la gente que esperaban para venir para acá.

De Guadalajara nos mandaron por tren a Nogales, donde estuvimos una noche, mientras llegaban los troques que mandaron de aquí por Caléxico, para que trajeran a la gente. No teníamos pasaporte, pero dieron permiso para viajar por allá. Eran como siete troques llenos de familias. Salimos de Nogales por la carretera de Estados Unidos, viajamos toda la noche y a medio día llegamos a Caléxico. Allí revisaron el registro de las personas que venían. Aquí llegamos al parque Constitución. Los que tenían parientes los recogían, para llevarlos a los ejidos. Nosotras nos quedamos aquí, porque enfrente, en la calle Zuazua vivían los tíos”.

La calle Zuazua era el camino hacia el valle de Mexicali, por ella entraban los campesinos en sus viajes a la ciudad. Por esa calle había tiendas grandes, fondas, restaurantes y lugares de diversión. El maestro Luis Contreras, quien nació en la Zuazua en 1934, y murió en 2006, fue músico y su  actividad musical se desarrolló tanto en los lugares populares de la calle Zuazua como en la zona centro, donde estaban los lugares de lujo, a donde asistían principalmente turistas que llegaban de Estados Unidos. Esta actividad le permitió conocer la vida de diversión de los mexicalenses. En la década de los años cuarenta, a los trece años, empezó a tocar en grupos musicales, por ello don Luis guardó en su memoria un registro de lugares y personas del mundo de la música en Mexicali.

“Allí vivíamos varias familias emparentadas, los Mendoza, de la familia del Chinto Mendoza. Vivimos allí desde que nací hasta 1940 porque mi padre ya tenía otra propiedad, pero no nos habíamos cambiado. La vecindad de Zuazua 80, donde nacimos y vivíamos los Contreras y los Mendoza no era propia.

Todos rentábamos, aunque mi abuelo hizo casa allí porque era compadre del señor Jesús Lagunas, el propietario, un revolucionario que vino a pelear contra las fuerzas magonistas en 1911.  Mi tío Fidencio Mendoza vivía frente a donde ahora estaban los baños San José.

A fines de la década de los treinta, donde estuvo la mueblería La Metralla había una tienda muy grande, la Ciudad de México. Entonces la ciudad, por el sur terminaba en la calle Hidalgo, una calle más abajo de la Zuazua, donde fue el primer panteón de Mexicali y ahora está el jardín de niños Gabriel Leyva. En la parte alta del barranco terminaba en la calle Ocampo.

Por el lado este, el primer cuadro terminaba en la calle Mina y colindaba también con el barranco que se formó con la inundación de 1905-1906. Allí vivimos muchos años, casi crecimos allí, no vivíamos en la propiedad que mi padre tenía en San Isidro, donde apenas había unas cuantas casas, porque era la cola del mundo, la cola de Mexicali. Nos quedamos en Zuazua, porque era más cómodo para que los niños fuéramos a la escuela Cuauhtémoc.

Donde terminaba la ciudad estuvo una famosa harinera, era de un señor que le decían el Pato Noriega. A un lado había unos basureros muy grandes, de los que se hizo dueño el señor Ernesto Escandón, que fue propietario de la algodonera y de la funeraria Escandón, el “Chapo Escandón”, le decían.

Esos basureros estaban en Mina e Hidalgo y allí construyeron los departamentos Escandón, de los primeros que hubo aquí, muy bonitos. Allí vivieron personas muy reconocidas en la región, Eleuterio Duarte, Salvador Rosas Magallón, quien vivió allí muchos años con su familia. Estaban junto a una industria también del Chapo Escandón; la Escobera del Valle. Quedaba por la calle Francisco Javier Mina, donde después estuvo la Televisora del Canal 5. Desde la escobera del Valle hasta el callejón Mina estaba la molinera y receptora de trigo del señor Noriega”.

Entrevistas: Señora Carmen Navarro Monteón y señor Luis Contreras Navarro.

*Es profesora normalista e investigadora de la historia bajacaliforniana. Autora del varios libros de texto: historia regional (1988), Bajo el sol de Mexicali, El movimiento agrario del valle de Mexicali (1987), De tierras muy lejanas (1988, en coatoría con Gabriel Trujillo Muñoz). Designada cronista de Valle de Mexicali y entre sus últimos libros esta “Historia de los chinos en el Valle y ciudad de Mexicali”.