Por Alejandro Espinoza*
En un cuento que siempre he imaginado pero jamás escribiré, Superman es un anciano. Frágil, debilucho y sostenido por sus glorias pasadas, está por recibir un reconocimiento público tras décadas de hazañas legendarias en nombre de la justicia. Al inicio del cuento, nuestro mítico y muy gringo personaje está de pie en un jardín, vestido de civil, con un traje sobrio pero distinguido, concentrando toda su fuerza hasta la más diminuta fibra de su cuerpo, para poder reunir el aire suficiente en los pulmones que le permita soplar y esparcir las semillas del Diente de León que sostiene en su mano. No lo logra, su corazón se colapsa y Superman fallece en una cama de flores silvestres.
Esta idea revuela en mi cabeza desde hace mucho tiempo: ¿podremos vivir los seres humanos sin héroes?, ¿prescindiremos algún día de estos de la necesidad de un heroísmo ajeno, esto es, de un heroísmo superior a las elementales capacidades humanas?, ¿no sucederá acaso que sin héroes volveríamos a una vida de coexistencias y sueños colectivizados, donde no buscamos la salvación sino una feliz interdependencia?
Quizás los héroes no tengan la culpa, aunque sí son confecciones de la imaginación humana en su estado de mayor emergencia. Pero el sentido del heroísmo superdotado luego lo transferimos a figuras de poder, cifras de autoridades que no necesariamente son inspiradas por resolver la vida del prójimo sino de vanagloriar su cuerpo y pensamiento en aras de una frágil trascendencia histórica. Cualquier idolatraje se desvanece cuando entendemos que sus hazañas –y tiranías—no son más que semillas de un diente de león a punto de ser esparcidas por el aliento del tiempo.
*Alejandro Espinoza (Mexicali, Baja California, 1970). Escritor y accionista. Entre sus obras destacan la colección de cuentos Las visitas, La ciudad y sus silencios, La Saga: una noveleta filosófica, Las biondas no tienen corazón y En los tiempos de la ocupación. Colaboró como traductor y curador de la serie Archivo Fluxus publicada por Tumbona ediciones, que incluyen los libros Ensayo sin título y otros Happenings de Allan Kaprow y (Auto)biografía de la originalidad de Dick Higgins. Actualmente desarrolla un proyecto de investigación sobre escritura performática para el doctorado en Teoría Crítica del Instituto 17.