La gente de Desarrollo Económico del gobierno estatal se indignó porque criticamos el turismo burocrático a Europa; sin embargo, el tiempo se ha encargado nuevamente de dejar en claro la mediocridad en que se desenvuelve el gobierno de Marina del Pilar.
Así, mientras cacarearon el viaje al festival aéreo francés, al de Alemania e incluso a las instalaciones de Tesla, el Registro Nacional de Inversión Extranjera de la Secretaría de Economía demostró que se trató más de una campaña boletinera que de realidades.
Por principio de cuentas, en el primer semestre del año el flujo de inversión extranjera directa nueva hacia Baja California sufrió su mayor descalabro en una década al derrumbarse 92.9 por ciento a tasa anual.
Con apenas 21.1 millones de dólares (mdd), este monto representó solamente el 2 por ciento del registro total que fue complementado por la reinversión de utilidades con el 60.7% y las cuentas entre compañías con el 42.7 por ciento.
Cabe recordar que en su momento el Banco de México señaló que de estas divisiones de flujos, el que interesa con fines de crecimiento es la inversión nueva, es decir, la que llega.
Las cuentas entre compañías incluyen tanto los préstamos de las matrices residentes en el exterior a sus filiales en el país, como préstamos o adelantos de pagos de las filiales a sus matrices; mientras que la reinversión de utilidades es parte de las utilidades que no se distribuye como dividendos, por lo tanto, en ambos casos no se trata de capitales nuevos.
Por otro lado, el dato es más crítico debido a que la cifra de nuevas inversiones palidece comparada con los mismos periodos de la Gran Recesión mundial que estalló en el 2007 y tuvo sus periodos más severos en 2008 y 2009.
Más preocupante es el dato de salida de inversiones pues en el corto periodo de gobierno que lleva Marina del Pilar en Baja California, ha abandonado el Estado inversión extranjera directa por 637.6 mdd.
De la cifra anterior, 42 mdd salieron durante el primer semestre de este año, para llevar el acumulado desde 2019, cuando inició la estampida, a mil 641.9 millones de dólares, cifra histórica que incluso superan los registros de la Gran Recesión mundial de 2008 y 2009.
En este contexto la situación para el Estado en cuanto a inversiones es preocupante, ya que no solamente se están yendo las inversiones, sino que además los flujos de nuevas inversiones se encuentran en mínimos históricos.
La pérdida de competitividad del Estado en varios rubros, que de hecho quedó en evidencia en el caso de la energía eléctrica durante las últimas lluvias, ha llevado a muchas empresas a migrar y a otras a buscar lugares con mejores condiciones de infraestructura, centros de investigación y desarrollo, alto potencial académico en ingenierías y regulaciones menos abusivas.
El resultado está a la vista y se trata de cifras oficiales para que luego no salga Kurt Honold con que él “tiene otras cifras”.
Roberto Valero: Presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California