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Por la senda de la Profesora Malbina Robles

 

La profesora Malbina Robles dirige unas palabras a los alumnos visitantes a la Feria del Libro Netzahualcóyotl de 2008, al finalizar la lectura de los jóvenes escritores.

Texto y Fotos: Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar*

La del martes 11, en la Galería de la Ciudad de Mexicali, fue una tarde llena de nostalgia, de gratos y emocionantes recuerdos, de dolor ante la ausencia, de añoranza por la presencia compartida; y, al final, de expectativas ante la necesidad de retomar la senda de la homenajeada.

Ese día, la profesora Malbina Magdalena Robles Robles (Cananea, Son., 11 de julio de 1943-Mexicali, B. C., 20 de noviembre de 2017) habría cumplido ochenta años. Y con ese motivo su hija, Malibé Rosas Robles, y quien fue su esposo, el también profesor Daniel Rosas, organizaron un conversatorio en su honor, con el apoyo del Instituto de Cultura de Baja California.

Participaron en dicho evento amigos de la maestra que la conocieron muchos años atrás, incluso antes de que ella creara la que fue su magna obra en beneficio de los mexicalenses, particularmente de los niños y los jóvenes: la feria del libro Netzahualcóyotl (1992-2012), pionera en nuestra ciudad. Compartieron en la mesa sus recuerdos e impresiones: la cronista Yolanda Sánchez Ogás; la docente y bibliotecaria Marina Loé Orozco; la maestra Ángela Aldana Torres; el promotor cultural independiente Omar Aarón Romero Godoy y la licenciada y exalumna de la enseñante ensalzada Karina Nieblas Guerrero.

Creo, sin embargo, que nuestra sociedad aún no ha valorado a cabalidad la trascendente labor que contra viento y marea llevó a cabo la profesora Robles, entregada por completo a su misión de forjar lectores y escritores en las nuevas generaciones. Sus logros fueron sumamente importantes, pues la visita de un escolar a una feria del libro deja en este una huella que suele llegar a ser profunda, como lo constaté con mis propios estudiantes, con quienes asistí en muchas ocasiones a esa fiesta literaria.

La profesora Malbina Robles y el Profesor Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar en la Feria del Libro Netzahualcóyotl de 2008.

Conocí a la maestra Malbina hacia 1993, cuando ella acudía al Instituto de Cultura acompañada de su esposo, Daniel, buscando apoyo ⎼después lo supe⎼ en la organización de la feria del libro que había creado un poco antes para quienes describiría tres lustros más tarde como “alumnos inolvidables, receptivos, inteligentes, niños lectores, escritores” (Robles, 2008a). Peregrinaba por oficinas y oficinas, de muchas de las cuales salía con acuerdos bajo el brazo, pero de otras, con las manos vacías.

Aunque no recuerdo cuándo fue la primera vez que platiqué con ella, sí tengo en mi mente el entusiasmo que siempre irradiaba al hablar de su gran pasión: la lectura y los niños. Durante una entrevista en vísperas de la quinta edición de la feria (Gutiérrez, 1997a), me mostró los ejemplares de las publicaciones que había realizado con los textos escritos por sus pupilos en la escuela primaria Netzahualcóyotl, de Pueblo Nuevo. Esa conversación se me quedó grabada.

En 1998 dejé el periodismo y regresé a la docencia. Sin embargo, no empecé a fomentar la lectura y la escritura en mis clases hasta dos años más tarde, en el nivel de secundaria. Ya había leído la obra Técnicas Freinet de la escuela moderna (de Célestin Freinet, Siglo XXI Editores) y las experiencias del pedagogo francés, así como las de la maestra Malbina, me sirvieron de punto de partida para motivar a los estudiantes del Instituto Félix de Jesús Rougier a que incursionaran en la creación literaria.

No nos quedamos ahí: siguiendo el ejemplo de ambos docentes edité los textos de nuestros concursos de escritura anuales que iniciamos en 2003, en las celebraciones por el centenario de la ciudad, y los reprodujimos a través del fotocopiado. A cada alumno premiado y participante le obsequiamos un ejemplar engargolado. Así como la maestra Malbina había formado a sus “pequeños escritores de Pueblo Nuevo” (el título de una de sus publicaciones; Sánchez, 2017), yo empezaba a formar a mis no tan pequeños escritores de un ámbito social diametralmente opuesto al de aquellos infantes del poniente de la ciudad, pero unidos con la misma inquietud vital: exteriorizar sus propios mundos y darlos a conocer a los demás sin miedo a ser juzgados. (Algunas de aquellas creaciones aún pueden leerse aquí: https://textostaller.tripod.com/).

Quizá a propuesta mía o quizá invitados por ella, en noviembre de 2006 mis jóvenes aprendices protagonizaron su primera lectura pública, en la XIV Feria del Libro Netzahualcóyotl, que se realizó en el parque Vicente Guerrero. Autores de los tres grados de la escuela se presentaron ante los asistentes y sus compañeros de primero, quienes acudieron a escucharlos y recorrer los puestos de venta. La anfitriona nos dio la bienvenida y nos elogió ante niños y adultos que a esa hora de la mañana ya deambulaban por el lugar. Y fue, tal vez, quien prestó la mayor atención mientras mis escritores se sucedían ante el micrófono.

Alumnos escritores de la Escuela Secundaria Félix de Jesús Rougier, durante su mesa de lectura en la Feria del Libro Netzahualcóyotl de 2008.

2007, 2008, 2009, 2010, 2011. Edición tras edición de la feria contamos con un espacio en los programas de actividades, en tanto permanecí como docente en ese colegio. En cada ocasión éramos recibidos con la mayor cordialidad ⎼al igual que el resto de los grupos escolares que acudían a las diferentes sedes en que se llevó a cabo el evento⎼. Nos esperaban al bajar del camión la propia promotora o su amiga y compañera de la asociación civil organizadora Margarita Quiroz Miranda. O ambas.

Unos minutos para saludarnos, a continuación una actividad recreativa breve que hiciera sentir en confianza a los alumnos (algún poema que los niños memorizaban rápidamente y repetían a coro, algún relato que mucho los divertía…). Y, como si estuvieran en su casa, llegado el momento estos recorrían los diferentes puestos, motivados a comprar obras de su elección.

Creo que ningún estudiante volvía a la escuela con las manos vacías; había quienes cargaban con tres o cuatro títulos, para ellos mismos o para quien se los hubiera solicitado. En el trayecto de regreso los libros circulaban de mano en mano. Y muchas de esas publicaciones se convertían después en material de lectura en los salones.

El Profesor Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar y algunos de sus alumnos, tras la compra de títulos en la Feria del Libro Netzahualcóyotl de 2008.

Coincidió con la actividad de esos años la puesta en práctica de un nuevo plan de estudios en la educación básica, en el que se dio mayor amplitud al enfoque comunicativo en la enseñanza del español. Los contenidos de la materia empezaron a trabajarse en el aula por medio de proyectos didácticos. Me volqué de lleno a prepararme para instruir a mis grupos en la producción de diferentes tipos de texto. Y al momento de socializar los logros de la clase me resultaba más vivo el ejemplo de la profesora Malbina.

Ya mencioné anteriormente que los textos del concurso interno de escritura los editábamos en tirajes limitados. Adicionalmente, al final de cada proyecto yo exponía en el pasillo de entrada de la escuela los trabajos de quienes así lo deseaban. Y, para ampliar su difusión, en 2008 puse en marcha dos nuevas estrategias (adicionales a las mesas de lectura en la feria). Una de ellas fue la publicación de redacciones de diversos géneros (cuentos, poemas, ponencias, guiones teatrales, entrevistas, reportajes…) en el semanario 7Días, donde amablemente su directora, Rosa María Méndez Fierros, nos abrió la puerta.

La segunda estrategia consistió en un proyecto que perdura: el sitio web llamado Tallereando (http://tallereando.net), donde vieron y han visto la luz decenas de textos de mis alumnos de secundaria y preparatoria. (Pero la publicación no era automática ⎼como no lo fue tampoco en las exposiciones que montaba en el plantel⎼, sino que los niños debían corregir sus escritos de la mejor manera posible, para lo cual les planteaba mis observaciones. A cambio, recibían un apoyo en su calificación, por el aprendizaje obtenido en el proceso de revisión y corrección).

En noviembre de 2012 ya no pude llevar a mis estudiantes a la que fue la última Feria del Libro Netzahualcóyotl. El Félix, donde tanto respaldo recibí en mi labor formativa, no era entonces mi escuela. Pero he persistido tras el ejemplo de la profesora Robles y aún retomo su enseñanza en cada actividad de lectoescritura que emprendo con los adolescentes con quienes tengo la oportunidad de trabajar.

Bien lo expresaron diversas voces en el conversatorio del pasado martes: aunque la maestra Malbina Robles no se encuentra físicamente entre nosotros desde hace casi seis años, su legado sigue vivo. Ella construyó un camino por el que otros hemos aprendido a transitar.

La profesora Malbina Robles y el Profesor Carlos Alberto Gutiérrez con los alumnos que visitaron la Feria del Libro Netzahualcóyotl en noviembre de 2006.

Para conocer más sobre la profesora Malbina Robles y su obra:

Gutiérrez, C. (1995, 25 de septiembre). De la lectura y los libros. La Crónica de Baja California.

Gutiérrez, C. (1997a, 9 de noviembre). Un niño que lee es una mente abierta. Sietedías.

Gutiérrez, C. (1997b, 7 de diciembre). Cuando los niños descubren las palabras. Sietedías.

Nieblas, K. (2014, 15 de mayo). [Imagen adjunta]. [Actualización de estado]. Facebook. https://www.facebook.com/photo/?fbid=10203779490752990&set=a.4550247559501

Quiroz, M. (2017, 20 de noviembre). Letras que tejen historias. [Actualización de estado]. Facebook. https://www.facebook.com/margarita.qm.794/posts/pfbid02E5YEFDBr4vTBVC4FdEKBCXXUJDNCh5iEUpwW9ZuarWu49GdQj28YHEJ8aFDvs4wrl

Robles, M. (2008a, marzo-junio). Feria del Libro Netzahualcóyotl. El Río (11-14), 1(1).

Robles, M. (2008b, julio-octubre). Doctor Ángel Bassols Batalla visita Mexicali en 1956. El Río (2-4), 1(2).

Robles, M. (2008-2009, noviembre-febrero). Tres ciudades. El Río (9-11), 1(3).

Sánchez, Y. (2017, 21 de noviembre). Malbina Robles Robles. [Actualización de estado]. Facebook. https://www.facebook.com/yolandas.ogas/posts/pfbid0Uikr6fzCz6MnsMFoLABrMX3L1PrumczDe8aJY92NxqgxTiBgJ2rgrfa9MNkDgefJl

Trujillo, M. (2017, 19 de enero). Los promotores independientes de BC. El Imparcial. https://www.elimparcial.com/mexicali/Columnas/Columna-Huesped-20170119-0037.html

* Profesor especializado en Literatura y Lingüística por la UABC. Maestro bibliotecario y divulgador de la historia local. Correo electrónico: gutierrezaguilar.ca@gmail.com. Sitio web: Tallereando.net