De El Tecolote al Casino Chinesca; Ayer ley seca, hoy promoción constante

Mexicali, desde su origen, en buena medida por su vecindad con California, tuvo diversos lugares de diversión. En 1902, el gerente de la Compañía de Irrigación y Terrenos de la Baja California Hiram W. Blaisdell y meses después Guillermo Andrade, dueño de casi todo el valle de Mexicali, pedían al gobierno mexicano que se clausuraran los permisos de expendios de licores por los problemas que se derivaban de su venta.
En 1903 Mexicali y el valle contaban con 550 habitantes, según informe del coronel Celso Vega, jefe Político y Militar, pero ya había algunos problemas de escándalos. El señor Manuel Vizcarra, primera autoridad de Mexicali, nombrado juez auxiliar el 14 de marzo de 1903, renunció meses después, por tantos escándalos que había en el poblado, debido a las frecuentes fiestas.
Por su situación de ciudad fronteriza, Mexicali sufrió las consecuencias de las cada vez mayores restricciones de los grupos moralistas de California, quienes pretendían erradicar los vicios de aquel estado. La consecuencia fue el traslado de los capitales estadunidenses, para establecer lugares de diversión en el sur de la frontera.
En un informe de 1909, apoyando un ocurso que los vecinos de Mexicali habían enviado al presidente, el cónsul de México en Caléxico, Enrique de la Sierra, envió al secretario de Relaciones Exteriores de México, Victoriano Salado Álvarez, un informe negativo sobre el poblado llamado Mexicali.
El cónsul describía a Mexicali como una ciudad con numerosos centros de diversión. Decía que el 75% de las construcciones eran cantinas, casas de asignación y de juego, la mayoría establecidas en la calle principal, entonces llamada Porfirio Díaz (Madero) y que había muy poca urbanización. Informaba que la mayoría de los propietarios y asistentes eran estadunidenses, que huían de las restricciones impuestas en California a esos lugares de placer y que la mayoría de los mexicanos pudientes habían emigrado a Caléxico.
La llegada de chinos a Mexicali aumentó la proliferación de casinos, que con el nombre de centros recreativos se abrieron en Mexicali a partir de 1915. Con el pretexto de lugares de reunión familiar, los casinos chinos, además de juegos, encubrían fumaderos de opio.
A principios del siglo XX, las ideas de algunos grupos moralistas de Estados Unidos se impusieron y poco a poco obtuvieron éxito en sus propuestas, desde principios de la segunda década del siglo XX. Primero lograron la prohibición de actividades de diversión como el juego, consumo de bebidas alcohólicas en Los Ángeles y poco después, que se prohibiera también la prostitución en toda California. La lucha continuó hasta que lograron el éxito total.
“Más tarde, en 1917, el movimiento adquirió un alcance nacional. Ese año, en más de la mitad de los estados de la Unión Americana fue prohibida la venta de licor y el congreso aprobó en diciembre la XVIII Enmienda de la Constitución (también conocida como Ley Volstead o Ley seca), la cual fue ratificada en junio de 1919; entró en vigor en enero de 1920 y permaneció vigente hasta el 5 de diciembre de 1933. Durante su vigencia quedó proscrita la fabricación, venta, transportación y consumo de bebidas alcohólicas en Estados Unidos.
La prohibición repercutió en las ciudades fronterizas mexicanas. En Mexicali se establecieron grandes empresas dedicadas a proporcionar la diversión y placer que en aquel país les estaba prohibida a sus habitantes. Surgieron así centros de diversión reconocidos a nivel internacional; San Diego Café, la Zorra Azul, el Gambrinos, El Tecolote, a los cuales acudían personas destacadas de California, algunos artistas de cine, como El Gordo y El Flaco, Bette Davis, Bing Crosby quien llegó a cantar la “Rosa de Mexicali”. Estuvo también en Mexicali el conocido delincuente Al Capone, a quien el músico Ramón Valdez comentaba, que le tocó la pieza musical “Chicago”.


De 1919 hasta 1933, época en que estuvo en vigor la ley seca en Estados Unidos, en Mexicali aumentaron todavía más los casinos, casi todos visitados por estadunidenses. Empresarios estadunidenses de giros comerciales como venta de cerveza, casinos, venta de vinos y tabaco, casas de asignación y otros lugares de esparcimiento migraron de Estados Unidos hacia las ciudades fronterizas de México. En Mexicali los estadunidenses invirtieron su dinero en esos giros y la ciudad se convirtió en una gran zona de diversión, a la que no tenía acceso la comunidad china.
Dentro de ese mundo del entretenimiento, la población china de Mexicali no podía quedar fuera del afán de divertirse y hacer negocio con ello y los empresarios orientales buscaron establecer sus propios lugares de diversión. La afición de los chinos por el juego se manifestó desde los primeros años de su llegada a Mexicali. Bajo la apariencia de sencillos juegos de mesa, abrieron casinos desde 1915 y a lo largo de casi todo el siglo XX.
En Mexicali, no todos los chinos se dedicaron al comercio, hotelería o restaurantes, algunos incursionaron en empresas recreativas. El gobierno permitía la apertura de casinos con la condición de que sólo recibieran clientes de su propia raza. Durante el gobierno del coronel Esteban Cantú, los chinos Wing Lee y Tay Chan recibieron permisos para establecer un negocio de juegos chinos y un salón de recreos.
Entre la calle Juárez y avenida Teniente Guerrero (Reforma) y de la calle Azueta a la Altamirano, extendiéndose poco después a otras avenidas, proliferaron los centros de diversión, cuya huella quedó en algunos edificios, pero sobre todo en algunos documentos y relatos. Incluso, sus principales organizaciones, la logia Chee Kung Tong y la liga Kuo Ming Tang, aunado a sus intereses sociales y políticos incursionaron en el mundo de los casinos y drogas, generándose entre ellos verdaderas pugnas que las llevaron a enfrentarse con graves resultados, como se publicaba en la prensa de Estados Unidos, sobre las luchas que se agudizaron en la década de los años veinte.
Con el supuesto objetivo de tener lugares de esparcimiento después de arduas jornadas de trabajo, para los hombres chinos, desde su llegada a Mexicali, casi todo el siglo XX los chinos tuvieron gran interés en la instalación de casinos, algunos de ellos dentro de los subterráneos de la Chinesca. Existen testimonios de muchas personas quienes, por alguna relación amistosa con chinos, tuvieron acceso a casinos chinos ilegales, hasta años recientes.
Esa época de casinos y proliferación de centros de diversión, como consecuencia de la Ley seca de Estados Unidos, que terminó en 1933, y posteriormente con la prohibición del juego por el presidente Lázaro Cárdenas, disminuyó considerablemente la existencia de lugares de placer en Mexicali. Creíamos que eran cosa del pasado. Desafortunadamente ahora hay la pretensión de devolverle la vida económica y social al centro histórico con una nueva andanada de vicios; casino, juego, licor y cerveza, que no tienen nada que ver con la cultura.

Fuente: Yolanda Sánchez Ogás. “La Historia de los chinos en el valle y ciudad de Mexicali”.