Por Antonio Valenzuela/Infosavia
(Palabras dentro del nosocomio, ante decenas de médicos y enfermeros)
Hoy estamos aquí para acompañarte y ser parte de este momento sublime de tu vida. Antemano sabes que nunca faltaríamos a este día tan anhelado por muchos. De parte de todos los familiares venimos orgullosos a celebrar contigo, de la mano, de quien ha sabido, durante todos estos años, contribuir, con tu esfuerzo, conocimiento, sabiduría y humildad, al bienestar en materia de salud, de la población en general. Te agradecemos con el corazón en la mano, el ofrecimiento de tu ayuda para con nosotros, tu familia. De la misma manera, es para todos, un gran orgullo, igual, tus amigos y compañeros de trabajo, aplaudirte por tu gran labor y servicio hacia la comunidad.
Sin duda te extrañarán, pero llevaran en su corazón y su alma, el reconocimiento de quien estuvo a su lado días y noches dentro de este noble edificio. Espero, también, y estoy seguro, te agradecerán por algunas de tus enseñanzas, por tu hermandad hacia ellos. De igual manera, indiscutiblemente, todos aquellos innumerables pacientes a quien con tus manos servidoras y sabias, lograste contribuir hacia una mejor salud para ellos, siendo esta, creo, la parte más importante de tu profesión.
Tienes un gran universo, y haz llegado a tocar, con gran dignidad, la palabra jubilación. Siendo esta proveniente del latín “jubilare”, cuyo concepto filosófico significa gritar de alegría; Ya que existen diferentes culturas antiguas que celebraron a su manera y esta definición: los judíos celebraban con carácter sabático y dejaban de trabajar la tierra y sustituían posesiones. La cultura cristiana heredó el jubileo y celebraban con indulgencias principalmente, siendo esta celebración cada veinticinco años y que se institucionalizó en Roma desde el siglo XIV. Pero la jubilación actual debe su significación a esa raíz etimológica e histórica. Y hoy en día la gozamos como un derecho ganado por los reclamos obreros a finales del siglo XIX y principios de siglo XX, en Inglaterra y Alemania principalmente, ya luego de venir otros levantamientos obreros que también contribuyeron a la causa y a otras más.
Hoy, te retiras, culminas una parte de tu vida, pera dejar un buen legado con tu hijo, quien aprendió tu mismo camino, y orgulloso de tus habilidades, seguro obtendrá los mismos beneficios. Por ello, se nos hinchan nuestros corazones, y se llenan de sangre nuestras venas, por toda tu voluntad y paciencia, te deseamos en nombre de todos los que te queremos,disfrutes de tu nueva vida, y si en un futuro estuvieses dispuesto a servir con otro nuevo proyecto, confiamos en tu ímpetu y fortaleza, que triunfarías como hasta el momento lo haz demostrado. Te brindamos, pues, un enorme aplauso, y acompañado de una libre soberanía, goces, infinita, plena y libre, tu digna y justa jubilación.