*Por Roberto Valero/Infosavia
Entre la ignorancia de unos y la complicidad de otros (diputados), se llevaron a cabo las llamadas comparecencias de los encargados de las diferentes dependencias del gobierno estatal.
Todos hablaron maravillas, de récords, todo rosa. Fue aquello una verdadera borrachera de “buenas” noticias que obviamente aplaudieron sus cómplices de Morena y asociados, mientras que el pequeño grupo de la oposición, sumido en su ignorancia, no atinó a realizar las preguntas adecuadas, es más ni siquiera hicieron un esfuerzo por al menos buscar información del tema que les iban a presentar para cuestionar.
Sin embargo, una cosa es el discurso boletinero y otra la realidad que viven, que ven los bajacalifornianos en su vida cotidiana, incluso aquellos que reciben las dádivas de los llamados programas sociales.
Las primeras mentiras las soltó Marina del Pilar en su informe, en el que presumió una baja en la pobreza, cuando en la realidad lo que sucedió fue que más miembros de la familia se incorporaron a las aportaciones económicas del hogar debido a los salarios miserables que se están pagando.
Presumió que tiene récord en inversión pública y más que con Jaime Bonilla, cuando el INEGI en su último dato nos indica que comparado contra el 2018 la obra pública presenta un hundimiento del 42 por ciento con el actual gobierno.
Por otra parte, Kurt Honold fue a presumir las inversiones, que no se sabe de dónde sacó los datos, pues la Secretaría de Economía reporta nada más en este año una salida de inversión extranjera por más de 800 millones de dólares y sí, eso es un récord.
Presumió la generación de empleos, pero no dijo que por primera vez en la historia del Estado cerca de un millón 200 mil trabajadores ganan hasta 2 Salarios Mínimos (INEGI), mientras que en el sector formal el IMSS reporta para este año una generación de más de 90 mil empleos de hasta 2 Salarios Mínimos, además de que el Salario Promedio de Cotización IMSS (sector formal) que se paga en Baja California no alcanza ni los 2 Salarios Mínimos.
Presumió el apoyo a las empresas, pero soslayó que en este año han cerrado cerca de 8 mil que se suman a las casi 10 mil del año anterior. También volvió a hablar de Punta Colonet, un proyecto que legalmente ya se demostró que no puede realizarse ya que se trata de zonas naturales protegidas. Y del crecimiento económico medido con el PIB, omitió que crece muy por debajo de su potencial, apenas 0.3 por ciento en el segundo trimestre del año.
También estuvo el encargado de Finanzas, Antonio Moreno Mexía quien habló de finanzas sanas, pero omitió la realidad. Así, la deuda pública del Estado reporta la Secretaría de Hacienda que es superior a los 24 mil millones de pesos y creció 10.1 por ciento en los últimos dos años.
Además, hoy los bajacalifornianos pagan casi 8 por ciento más por la deuda, esto medido a través de la deuda per cápita, que con 6,347.2 pesos, es la cifra más alta de la historia y eso que la población ha crecido.
Nos presume que la deuda como porcentaje de la Participaciones Federal disminuyó, pero omitió decir que en los últimos cinco años esta aportación se disparó 49.4 por ciento y que el gobierno de Marina, sí, registra récord en la recepción de este dinero. Por agregado, con el 11.8 por ciento, Baja California está pagando la tasa de interés más alta en ocho años por el financiamiento de la deuda.
Por otra parte, el de Salud, Adrián Medina Amarillas, también habló de récords en inversión, pero no dijo nada acerca de la calidad de los servicios médicos públicos en el Estado y se le olvidó que en el periodo de Marina se registró la mayor cifra de muertes y contagios por COVID-19.
El de seguridad Pública también fue a armar su teatro con las cifras de incidencia delictiva y se le pasó decir que los indicadores se encuentran en su mayor nivel de los últimos ocho años, destacando el disparo en las violaciones y la violencia intrafamiliar.
Gran circo en el Congreso, como ya es costumbre, con los paleros por un lado y los ignorantes por otro, aunque esto último se debe generalizar para todos los pseudodiputados y quienes están en los ayuntamientos y el gobierno estatal.
Y se quieren reelegir, vaya descaro.
* Presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California